Tras diversas diligencias y reuniones con los seremis de Bienes Nacionales y Agricultura, el director de CONAF Arica y Parinacota, Héctor Peñaranda, junto al jefe (i) de Áreas Silvestres Protegidas, Esteban Zúñiga se apersonaron en un operativo de desalojo de una toma de unas 400 hectáreas en los cerros de Poconchile, entre los valles de Azapa y Lluta.  La acción, estuvo encabezada por el seremi de Bienes Nacionales, Luis Avendaño, para recuperar terrenos de propiedad fiscal, y para los cuales la CONAF actualmente avanza en los informes preparatorios para que el lugar se convierta en monumento natural.

La zona es parte integrante del listado de sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad regional por la existencia de dos especies en peligro (EN) según clasificaciones del Ministerio de Medio Ambiente. Una de ellas es la Tillandsia marconae, un clavel del aire que sólo crece en esta zona. La otra es la lagartija de Poconchile (Liolaemus poconchilensis), conocida también como el dragón de Poconchile.

Según comentó el director regional de CONAF, Héctor Peñaranda, la situación fue conocida en el lugar durante la visita que realizó el gerente de Áreas Silvestres Protegidas de la CONAF, Ítalo Rossi.  “Tomamos conocimiento de la situación irregular cuando hacíamos un recorrido a las diversas unidades protegidas en la región, así como aquellos lugares para los que se busca sumar al Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas, por su representatividad de alguna especie icónica y su hábitat”.

En dicho recorrido, el equipo de CONAF pudo constatar la situación al visualizar la ocupación del sector con materiales ligeros, hitos de piedra tipo apachetas, rayados de tiza y la incorporación de cercos de alambre en una suerte de loteo del sector, lo que motivó una reunión con las autoridades pertinentes.

Independientemente del informe justificatorio que tramita CONAF para convertir el lugar en un área protegida, la zona cuenta actualmente con el Decreto 573 de octubre de 2010, del Ministerio de Bienes Nacionales, que avala su destinación para la conservación de la biodiversidad regional.  Es por ello que existe un letrero que dice expresamente “Autodestinación Calanchucal Área Protegida”.   Calanchuca es el término que se da en aymara a los claveles del aire.

Su extensión es de 1.197,09 hectáreas y además de la Tillandsia marconae, tiene también poblaciones de Tillansia lambeki, otro clavel del aire, conformando formaciones vegetacionales de alta fragilidad.

Durante el operativo de desalojo y ante denuncias de los ocupantes por la intermediación previa de terceras personas, el seremi de la cartera indicó que “Bienes Nacionales no autoriza la venta de terrenos fiscales por particulares u organizaciones externas. Debemos evitar caer en cuentos de inescrupulosos que se aprovechan de la necesidad o desconocimiento de la normativa, para asegurar una futura propiedad de un terreno fiscal. El tiempo o la inversión que se realice en una toma, no significa que Bienes Nacionales regularizará estos terrenos” aseguró. La fiscalización al lugar y retiro de los materiales demarcatorios contó con apoyo municipal y de Carabineros de Chile, para actuar en los ocho kilómetros que ocupaban las tomas aproximadamente.

Biodiversidad
Los altos de Poconchile como también se le conoce, conecta los valles de Azapa y Lluta a través de la ruta A-143 y luego por la A-19 sigue hacia la ruta internacional 11Ch que lleva al altiplano. En términos de biodiversidad la zona alberga 64 especies diversas en un lugar aparentemente desértico y sin vida, entre ellas líquenes, considerados organismos de gran complejidad por los procesos de simbiosis que realizan con otras especies especialmente algas.  Los dos paños en que se reparte el lugar propuesto como monumento natural tienen la peculiaridad de recibir cada uno las neblinas de Azapa o Lluta, lo que permite un ecosistema de especiales características.

Pablo Valladares, académico e investigador de la Universidad de Tarapacá, quien fue el autor de la descripción como nueva especie de la lagartija de Poconchile, indicó que Liolaemus poconchilensis puede considerarse como endémico de este tipo de ambientes.   Al respecto explica que,  “aún cuando su rango de distribución comprende dos zonas de Tacna y dos en Poconchile, la característica  fundamental de esta especie es que está catalogada todavía en peligro, porque son poblaciones muy pequeñas y aisladas unas de otras. Es decir, en el desierto donde hay Poconchilensis, son muy poquitos ejemplares que conforman las poblaciones; entonces cualquier afectación a estas poblaciones, lo más probable es que la especie desaparezca”.

Otra importancia de los cerros de los cerros de Poconchile, y en especial sus tillandsiales radica en que el lugar puede ser un punto clave para el monitoreo del cambio climático.  La zona es también considerada un corredor de conservación para especies de fauna silvestre que transitan desde y hacia la precordillera o los valles.

La zona es parte integrante del listado de sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad regional por la existencia de dos especies en peligro (EN) según clasificaciones del Ministerio de Medio Ambiente. Una de ellas es la Tillandsia marconae, un clavel del aire que sólo crece en esta zona.
La zona es parte integrante del listado de sitios prioritarios para la conservación de la biodiversidad regional por la existencia de dos especies en peligro (EN) según clasificaciones del Ministerio de Medio Ambiente. Una de ellas es la Tillandsia marconae, un clavel del aire que sólo crece en esta zona.
30 julio, 2021