Una serie de proyectos de restauración hidrológica forestal y ambiental a nivel nacional lleva a cabo CONAF, insertos en su accionar frente a la sequía y degradación de los suelos que afectan al país, según informó el director ejecutivo de CONAF, Rodrigo Munita.

Al respecto, Munita puntualizó que entre los problemas ambientales de Chile se reconoce que la erosión, o “cáncer del suelo”, constituye desde el punto de vista ambiental, y probablemente en términos socioeconómicos, el de mayor relevancia en el sector silvoagropecuario. A nivel nacional, de acuerdo a las cifras oficiales, la superficie total de suelos erosionados alcanza a 36,8 millones de hectáreas, lo que representa el 49% del territorio nacional.

En este sentido, explicó que al considerar la magnitud de los procesos erosivos, se requiere tener en cuenta la vasta superficie de vocación forestal de los suelos de Chile, que cubre 45% del territorio nacional, por lo que programas orientados a la forestación y conservación de suelos y aguas a nivel de cuencas hidrográficas son relevantes. De ahí que CONAF trabaja fuertemente en esta línea.

Dentro de las acciones que realiza CONAF destacan la restauración de sierras de Bellavista en la Región de O´Higgins, la restauración de la Reserva Nacional Malleco Niblinto y Cuenca Alto Purén en la Región de La Araucanía y la restauración del Parque Nacional Torres del Paine. Cada uno de estos proyectos contribuyen a la Formulación del Plan Nacional de Restauración a Escala de Paisaje, promovido por CONAF con el apoyo de organismos internacionales, tales como: WRI, FAO, WWF y CATIE.

De igual modo, en la restauración de suelos, CONAF ejecuta proyectos en aquellos territorios afectados por los incendios forestales de mayor intensidad que se tiene registro y que se desencadenaron en el país el año 2017 en las regiones de O´Higgins, Maule, Ñuble y Biobío. Producto de los efectos del fuego se vio afectada la vegetación, el suelo y las aguas, lo que contribuyó a intensificar las condiciones de degradación del suelo, reactivar los procesos de erosión y dinamizar los procesos de sedimentación a nivel de las cuencas hidrográficas.

Es así como CONAF desarrolla iniciativas que buscan fomentar la recuperación de bosques quemados, mediante la reforestación y restauración de terrenos afectados por incendios forestales, ejecutando un programa de apoyo a pequeños y medianos propietarios de bosques, para la recuperación de su patrimonio natural y productivo en las regiones mencionadas, minimizando los impactos sociales, económicos y ambientales derivados de la catástrofe.

Con el fin de intervenir aquellas superficies devastadas por el fuego, se contempla la forestación con especies exóticas y nativas, el manejo de la regeneración natural y la rehabilitación del bosque nativo, de tal forma de aumentar superficie recuperada. Las actividades de forestación con especies nativas serán financiadas a través del programa de Bosques Quemados y por la Ley Nº 20.283 de Recuperación de Bosque Nativo y Fomento Forestal.

Cabe señalar que las acciones que desarrolla CONAF forman parte del Plan Nacional contra la Desertificación (PANCD), donde la Corporación ejerce como punto focal de la Convención en Chile, tras la aprobación y ratificación de la Convención de las Naciones Unidas para el Combate contra la Desertificación y la Sequía (UNCCD) por parte del Estado chileno.

Este 17 de junio de 2020, Naciones Unidas celebra el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que este año cuenta con el tema “Alimentos. Forrajes. Fibras”. La desertificación constituye un problema mundial que conlleva repercusiones graves para la biodiversidad, la seguridad alimentaria, la erosión de los suelos, la pobreza, la estabilidad socioeconómica y el desarrollo sostenible.

La producción agrícola, el transporte, la distribución y el comercio de alimentos se enfrentan a nuevos desafíos, en particular por la pandemia de Covid-19 que amenaza la seguridad alimentaria, la salud y los medios de vida de millones de personas y pone de manifiesto la fragilidad de nuestros ecosistemas y sistemas alimentarios.

A medida que aumenta la demanda de tierras para proporcionar alimentos, forrajes y fibras para producir papel, energía, prendas de vestir y otros usos, la salud y la productividad de las tierras cultivables están menguando, tendencia que se ve agravada por el cambio climático.

A nivel mundial, alrededor del 33% de las tierras utilizables del planeta están degradadas y más de 25.000 millones de toneladas de la capa arable del suelo se pierden anualmente debido a la erosión y la desertificación.

En este contexto, la ONU plantea que necesitamos transformar nuestros sistemas alimentarios para seguir pautas de producción y consumo sostenibles que proporcionen alimentos sanos y nutritivos y, al mismo tiempo, salvaguarden el agua, la tierra, el suelo y la biodiversidad.

17 junio, 2020

La celebración del Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía 2020 sorprende a Chile en medio de la pandemia global COVID-19 y sufriendo una hipersequía por más de una década (desde la temporada 2007-2008), una de las sequías más intensa y prolongada que se tenga registro en el país.

Según puntualizó el director ejecutivo de CONAF, Rodrigo Munita, a la fecha el país podría registrar un déficit de precipitación mayor a las grandes sequías que afectaron a Chile en 1998, 1968 y 1924.

En respuesta a las demandas que impone el avance de los procesos de desertificación y sequía en Chile, la celebración del Día Mundial de la Desertificación y la Sequía 2020 marcará como hito mayor el logro de la meta de superficie intervenida con buenas prácticas de manejo del Proyecto de Manejo Sustentable de la Tierra (PMST) CONAF/GEF/Banco Mundial, que lidera CONAF.

Actualmente, indicó Munita, dicho proyecto ha superado la meta inicial de 30 mil hectáreas de manejo sustentable en las cinco áreas piloto de Putre, Combarbalá, Litueche, Carahue-Puerto Saavedra y Coyhaique. Este proyecto fue una de las primeras iniciativas a nivel mundial de la ventanilla de Degradación de la Tierra del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF/FMAM) que financia a la Convención CNULD.

Según agregó la máxima autoridad de CONAF, la principal contribución del proyecto a la estrategia nacional para abordar la desertificación y la sequía en Chile es el desarrollo de una gobernanza modelo que articula actores del sector público, como el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Medio Ambiente, con comunidades indígenas y locales, así como organizaciones de la sociedad civil. Esta gobernanza ha permitido desarrollar un esquema de coordinación interinstitucional para focalizar en las áreas del proyecto los instrumentos de fomento del Ministerio de Agricultura, que contribuyen al Manejo Sustentable de la Tierra e incluidos en el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación (PANCD-Chile), como por ejemplo: la Ley 20.412 de Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agrícolas, administrada por SAG e INDAP; así como la Ley 18.450 de Fomento a las Obras Menores de Riego, que gestiona la Comisión Nacional de Riego; y la Ley 20.283 sobre Recuperación de Bosque Nativo y Fomento Forestal, a cargo de CONAF.

Asimismo, el Día Mundial de la Desertificación y la Sequía 2020 encuentra al país en el proceso de negociación con el Fondo Verde del Clima y el Fondo del Carbono para el financiamiento por USD 89,6 millones que permitirán financiar parte importante de las metas voluntarias nacionales de Chile para sus compromisos internacionales en materia de neutralidad en la degradación de la Tierra (LDN).

Chile ha comprometido metas voluntarias nacionales a la meta mundial de 400 millones de hectáreas con neutralidad en la degradación de la tierra al 2030. Las metas LDN de Chile incluyen 140 mil hectáreas de forestación, 70 mil con ordenamiento forestal sustentable, 20 mil de restauración de tierras y bosques degradados, 10 mil de restauración de áreas afectadas por incendios forestales y 8 mil de silvicultura preventiva de incendios forestales, entre otras.

El cumplimiento de las metas en materia de Neutralidad en la Degradación de la Tierra de Chile contribuirá también a los compromisos internacionales de Chile ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) y su contribución nacionalmente determinada (NDC) para la reducción de emisiones de los gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global y el cambio climático.

Finalmente, cabe destacar que el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación (PANCD) de Chile es parte integrante de la Estrategia Nacional de Cambio Climático y Recursos Vegetacionales (ENCCRV) que lidera CONAF, lo cual constituye un ejemplo mundial de sinergia entre la CNULD y la UNFCCC.

El 17 de junio de cada año se celebra el Día Mundial de la Desertificación y la Sequía porque en el 17 de junio de 1994 se firmó en París, Francia, la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación en países afectados por sequía grave o desertificación, particularmente en África (CNULD). La Convención es universal y ha sido ratificada por 194 países, incluido Chile.

El secretario ejecutivo de la CNULD, Ibrahim Thiaw, llamó en el marco de la celebración del Día Mundial de la Desertificación y la Sequía 2020 a cuidar el planeta: “Si cuidamos la tierra, la tierra nos cuidará a nosotros”.

17 junio, 2020