Durante la semana del solsticio de invierno, donde la noche más larga representa el renacer de la naturaleza y da inicio a una nueva estación del año, los pueblos indígenas celebran su año con diversas ceremonias según cada cultura y territorio, conteniendo diferentes simbolismos y ritos entre sí, que terminan uniéndose a la importancia de dar gracias a la tierra.

En el caso del pueblo Lickanantay, los fenómenos astrológicos influyen en el desarrollo de sus actividades. Según Robert Maizares, cultor atacameño, este hecho ‘’marca un inicio relacionado con el sol que tiene gran importancia para la agricultura y ganadería. Nuestro pueblo rinde honor, da gracias y solicita que se mantenga el bienestar de nuestro pueblo’’.

Además, destaca que ‘’el pueblo Lickanantay tiene definido esos ciclos, algunos se mantienen y otros lamentablemente se han perdido en ese proceso de transculturización. La cultura occidental ha influido en la imposición de valores, sistemas de vida, pero aún a pesar de eso, nuestra cultura permanece.’’

Sonia Ramos, secretaria de la comunidad de San Pedro de Atacama, comenta la importancia del agua para los Lickanantay, señalando que ‘’para nosotros el primero de agosto tiene el contexto de iniciar un año con agua, energía y la madre tierra. Nuestra cosmovisión se maneja con tres elementos en armonía. El Solsticio es el inicio  o la pauta para iniciar el camino del agua, la energía y la tierra. Somos parte de la naturaleza y la naturaleza está en nosotros’’ finalizó.

20 años de Convenio Asociativo

En el marco de esta celebración, la Corporación Nacional Forestal (CONAF) región de Antofagasta, destaca el trabajo colaborativo con diferentes comunidades indígenas Lickanantay con las que se mantienen Contratos Asociativos y que este año cumplen  20 años de trabajo conjunto. en la coadministración de cuatro sitios emblemáticos para el ecoturismo  en la Reserva Nacional Los Flamencos, comuna de San Pedro de Atacama.

Estos contratos asociativos involucran la co-administración del sitio arqueológico Aldea de Tulor, sector Tchacksa en el Salar de Atacama, las Lagunas Miscanti y Meñiques y el Valle de la Luna.

Los contratos asociativos ponen de manifiesto una alianza que por un lado apoya la consecución de objetivos de conservación y por otra la gestión de turismo sustentable contribuyendo al desarrollo local con pertinencia cultural, la puesta en valor del conocimiento de las comunidades Lickanantay y la conservación de paisajes culturales milenarios. En el marco de éstos se han generado oportunidades de empleabilidad y nuevos ingresos para la comunidad indígena, lo que ciertamente esta variable resulta clave en el análisis de la reversión de los procesos de migración desde los territorios indígenas a los centros urbanos.

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28 junio, 2022