El único antecedente que existía de la presencia del gato colocolo (Leopardus colocolo) en el Parque Nacional Radal Siete Tazas, procedía de un monitoreo realizado el 2011 con cámaras trampas por un estudio para detectar presencia de amenaza de fauna introducida en la zona.

Sin embargo, ahora con la instalación de 27 cámaras trampas en agosto pasado, en el marco del programa de monitoreo que financió la dirección regional de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), se confirmó la presencia de esta especie que se encuentra en categoría de conservación casi amenazada, de acuerdo al Reglamento de Clasificación de Especies.

Para el director ejecutivo de CONAF, José Manuel Rebolledo, esto demuestra justamente la labor de conservación y protección que se efectúa en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres del Estado (SNASPE), que está compuesto por 41 parques nacionales, 46 reservas nacionales y 18 monumentos naturales, que administra y gestiona la Corporación.

“No podemos olvidar que el monitoreo por cámaras trampas nos ha permitido también la detección de gato colocolo en el Parque Nacional La Campana y la Reserva Nacional Río Clarillo, y de gato andino en áreas protegidas del norte del país, como la Reserva Nacional Las Vicuñas. Queda claro que la mantención y mejoramiento de los hábitats en estas unidades permite que estas especies que están amenazadas, vuelvan a ellos”, señaló Rebolledo.

Cabe destacar que en esta primera recolección de fotografías de cámaras trampas en esta unidad, por el equipo de guardaparques de CONAF en la unidad, encabezados por el administrador de este parque nacional, Aldo Reyes, también permitió certificar la presencia del gato güiña (Leopardus guigna), que está en categoría vulnerable y es el más pequeño de su especie; quique (Galictis cuja), en categoría preocupación menor; chingue (Conepatus chinga), también en categoría preocupación menor; y zorro culpeo (Lycalopex culpaeus), también en categoría preocupación menor.

Con todos estos registros, según el director regional de CONAF Maule, Marcelo Mena, se confirma la relevancia de esta unidad como hábitat de estas especies nativas, pero también las medidas que se deben adoptar para que se puedan seguir desarrollando, manifestando que “el reconfirmar la presencia del gato colocolo nos pone como desafíos el mantener medidas para que nuestros visitantes, que están llegando a sobre 101 mil personas al año, no signifiquen el desplazamiento de estas especies hacia otros lugares. Nuestros guardaparques y en el plan de manejo se establecen zonas de visitación y otras de exclusión, las que pedimos que se respeten, al igual que las medidas de seguridad”.

En este mismo sentido, recalcó que se han reforzado las acciones de fiscalización, por parte de los guardaparques en el lugar, como también se seguirá mejorando el sistema de monitoreo de lo que técnicamente se denominan objetos de conservación presentes en la unidad, como también el detectar posibles amenazas, como la presencia de animales domésticos.

En esta primera recolección de fotografías de cámaras trampas también permitió se certificó la presencia del gato güiña (Leopardus guigna), que está en categoría vulnerable y es el más pequeño de su especie.
En esta primera recolección de fotografías de cámaras trampas también permitió se certificó la presencia del gato güiña (Leopardus guigna), que está en categoría vulnerable y es el más pequeño de su especie.
16 septiembre, 2019